Mentes privilegiadas o no

 

 

El Dr. Owen Orville Ward  (1 enero 1854 – 31 marzo 1924) fue un médico estadounidense y el exponente de la teoría de Bacon sobre la autoría de las obras Shakespeare. Owen afirmó haber descubierto los mensajes ocultos contenidos en las obras de Shakespeare / Bacon. Descifró éstas usando un dispositivo que él inventó llamado ‘Rueda de cifrado’. Los presuntos descubrimientos fueron publicados en la obra de varios volúmenes de Owen «Sir Francis Bacon’s Cipher Story» (1893-5).

Método

La ‘Rueda de cifrado ‘de Owen era un dispositivo para cotejar rápidamente las páginas impresas de las obras de Shakespeare, Francis Bacon y otros autores que combina pasajes que parecían tener alguna conexión con las palabras o frases clave. Owen describió esto como la palabra clave. Una tira kilométrica de tela tenía sobre ella pegadas las obras de Shakespeare, así como muestras de Christopher Marlowe y otros contemporáneos. Cuando las ruedas giraron, se pusieron de relieve las palabras clave.

El método fue examinado por los criptógrafos William y Elizabeth Friedman, que concluyeron que no tiene validez criptográfica.  Además, el Dr. Frederick Mann, un amigo cercano de Owen, publicó una crítica severa poco después de que apareciera el libro de Owen por primera vez. Mann escribió que el método de Owen significa que ‘se nos pide creer que tales creaciones incomparables como Hamlet, La Tempestad y Romeo y Julieta no eran producciones principales del genio trascendente que las escribió, si no los recursos auxiliares de Bacon, diseñados con el propósito de ocultar el sistema de cifrado en ellos.’  También señaló que Owen y sus colaboradores se dieron una gran libertad en la elección y  en la alteración de los pasajes a su antojo, a pesar de que se suponía que el texto cifrado tenía que ser identificado por palabras clave: ‘en un caso la palabra clave estaba 47 líneas más allá de la cita señalada , y en un gran número de casos, ni siquiera se encontraba en la misma página ‘.

Owen se inspiró en las obras normalmente atribuidas a Bacon, Shakespeare, Robert Greene, George Peele, Edmund Spenser y Robert Burton, todas los cuales él creía que habían sido escritas por Bacon.

 Hallazgos

El libro de Owen «Sir Francis Bacon’s Cipher Story» (1893-5), declaró que la reina Isabel I se casó en secreto con Robert Dudley, conde de Leicester, quien fue padre de ambos Bacon y Robert Devereux, segundo conde de Essex, más tarde ejecutado sin piedad por su propia madre.
Esta fue la base para lo que se conoce como la teoría Príncipe Tudor. Esta historia secreta de la época isabelina fue comunicada por Bacon a través de pasajes codificados en sus propias obras y muchas otras que había escrito atribuidas a otros autores. Los mensajes ocultos de Bacon se comunican en verso libre en la forma de una sesión de preguntas y respuestas, en la que una voz le hace preguntas a Bacon y recibe respuestas en verso largo.

Cuando la reina descubrió que su hijo había escrito Hamlet, los movimientos de Bacon fueron restringidos ‘circunscribiendo el alcance libre de ese poderoso intelecto, y obligando a esconder sus mejores trabajos bajo disfraces y cifrados, sólo para ser revelado trescientos años después’. Esto también reveló que el propio Bacon descubrió la traición de su hermano, y que Romeo y Julieta es la historia del romance de Bacon con la reina de Francia, Margarita de Valois.

Elizabeth confesó que Bacon fue su hijo en su lecho de muerte, pero fue envenenada y estrangulada por Robert Cecil para impedir la proclamación de Bacon como su sucesor. Owen también descubrió dos nuevas obras de Bacon, «The tragical historie of our late brother Robert, earl of Essex» y «The historical tragedy of Mary queen of Scots«.

Owen creía que los manuscritos originales estaban escondidos en cajas de hierro enterradas debajo o cerca del río Wye en el castillo de Chepstow. Después de una búsqueda infructuosa en cuevas cerca del castillo en septiembre de 1909, regresó a finales del año siguiente y excavó el lecho del río a unos cientos de metros por encima del castillo en la creencia de que una grieta en el lecho del río creó una bóveda que contendría 66 cajas forradas de plomo. La búsqueda atrajo el interés mediático generalizado y se emplearon hasta 24 hombres para excavar el lodo y apuntalar a los lados. Aunque Owen no pudo encontrar ninguna prueba de la bóveda o de las cajas, descubrió los restos de un puente romano, cerca del castillo, y una cisterna de agua medieval no registradas anteriormente.

Owen murió ‘inválido, postrado en la cama, casi sin un centavo’, lleno de pesar por el sacrificio de su carrera, su reputación y su salud en la ‘controversia baconiana ‘ y advirtiendo a los admiradores de que no siguieran su ejemplo.
Sus teorías fueron desarrollados posteriormente por su asistente Elizabeth Wells Gallup.

La ‘Rueda de cifrado’ de Owen fue descubierta en un almacén en Detroit por Virginia Fellows, una partidaria de la teoría de Owen, quien la presentó a su editora. Su libro «The Shakespeare Code» se publicó en 2006, poco después de su muerte.

 

Fuente: wikipedia

Francisco Torrent Guasp

El hombre que desplegó mil corazones

Dedicó su vida a descubrir el funcionamiento del corazón, y murió por un fallo del suyo poco después de demostrar su hallazgo. Es la gran paradoja de Francisco Torrent Guasp, el médico español que desveló la mecánica cardiaca, protagonista del documental ‘El hombre que desplegó mil corazones’. Un repaso a través de su vida y sus investigaciones, de la mano de su familia y sus compañeros de profesión, que se emitirá este domingo, 28 de noviembre, a las 22:00 horas, en La 2, dentro del espacio ‘El documental’.

El corazón humano fue un misterio para la medicina durante 500 años. Se comprendía su función, pero no su estructura ni cómo realizaba el movimiento de bombeo de sangre.

Francisco Torrent Guasp era médico de familia en Denia (Alicante). No formaba parte de ningún grupo de investigación, pero estudiaba la estructura y el funcionamiento del corazón con métodos atípicos: hervía corazones de vaca en la cocina de su casa y los diseccionaba en su estudio. Trabajó en solitario desde los años 70 hasta que encontró la respuesta al enigma: el corazón está formado por una única banda muscular, plegada sobre sí misma en forma helicoidal, y bombea la sangre a través de la torsión de dicha banda.

Su descubrimiento fue una verdadera revolución, porque explicaba de forma satisfactoria tanto la estructura como la mécanica del corazón. Sin embargo, Francisco Torrent tuvo que luchar durante 20 años para que se reconociese su trabajo. La medicina no estaba preparada para aceptar unas ideas difíciles de demostrar con las tecnologías de la época y que contradecían las teorías académicas tradicionales.

A partir de 1995, su discurso encontró eco en revistas médicas de referencia. En 2005, Torrent Guasp fue invitado a un congreso de cardiología en Madrid, donde demostró su idea de la «banda» disecando un corazó ante su auditorio. El público le brindó la ovación que esperaba desde hace dos décadas. Una hora después de la charla comenzó a sentirse enfermo. El hombre que reveló cómo funcionaba el corazón no resistió un fallo del suyo. Falleció a causa de un infarto rodeado de cardiólogos que no pudieron ayudarle.

REPERCUSIONES DEL HALLAZGO

Gracias a su descubrimiento, por primera vez, los médicos disponían de un «mapa» que les permitía entender qué ocurre cuando un corazón falla. Su concepto de la «banda» se ha aplicado en nuevos procedimientos quirúrgicos para tratar insuficiencias cardiacas. Además, ingenieros y cardiólogos de Los Ángeles y Barcelona están diseñando modelos informáticos basados en su descubrimiento, que culminarán con la creación de un corazón humano virtual.

El documental incluye entrevistas con familiares, como su viuda, Teresa Boluda, y sus hijos, Esther, Maite y Paco. También recoge los testimonios de colegas de profesión y expertos en la materia sobre las repercusiones de los estudios de Torrent Guasp. Ha sido rodado en múltiples localizaciones de España, Estados Unidos y Japón, con una cuidada selección de imágenes de archivo.

Fuente: rtve

 

Los niños de la tundra

La vida en la tundra no es fácil, el duro clima y unas costumbres severas para poder sobrevivir en esas condiciones hacen que muchos de los nómadas de la tundra se desarraiguen tras terminar sus estudios en los colegios con internado de la zona. Después pueden elegir si volver a la vida en la nieve y cuidar de los renos, pero la mayoría prefiere quedarse en la ciudad.

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