«Hildegart (Madrid, 9 de diciembre de 1914, † 9 de junio de 1933 en Madrid) fue una niña prodigio, concebida por su madre como modelo de mujer del futuro. A los tres años ya escribía, y a los ocho hablaba seis idiomas. Terminó los estudios de Derecho a los 17 años y fue una miembro muy activa del PSOE y después del Partido Federal. Cuando comenzaba a ser conocida internacionalmente y ante el intento de alejarse del proyecto vital que le tenía reservado, su madre, mientras dormía, le disparó cuatro tiros y la mató.»
Aunque si tenemos que decidir si es más relevante la creación o el creador, en este caso nos inclinaríamos, sin ninguna duda, ante la persona de la creadora (o escultora, como ella misma se denominó en alguna ocasión).
Documentos RNE hizo un retrato de la impecable de la historia, escúchalo:
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«Aurora Rodríguez Carballeira (Ferrol, 23 de abril de 1879 – Ciempozuelos, 28 de diciembre de 1955), fue una mujer española que pasó a la historia por ser la madre de Hildegart, un experimento científico que ella concibió como la mujer del futuro.
Aunque mentía sobre su edad, y circulan muchas versiones, se cree que nació en 1879, en la casa familiar de la calle Magdalena. Ante la carencia de una educación formal que siempre lamentó (y que sería una de las razones aducidas para que su hija completase la labor para la que la madre no estaba preparada), substituyó esta por lecturas de la abundante biblioteca de su padre, de ideas liberales y progresistas, fundamentalmente de socialistas utópicos. Cuando su hermana Josefa tuvo de soltera un hijo, Pepito Arriola, y lo dejó al cuidado de Aurora (que contaba con dieciséis años), esta lo educó hasta que se convirtió en un niño prodigio, momento en que fue reclamado por su madre y llevado a Madrid, donde tuvo un enorme éxito como músico. Este hecho afianzó sus ideas reformadoras y eugenésicas, además de sus preocupaciones por los derechos de la mujer, y le llevó a concebir el proyecto de criar una mujer en condiciones óptimas que llegase a ser un ejemplo por sus ideas. Buscó un padre que nunca pudiese reclamar el futuro bebé: la profesora María Rosa Cal Martínez pudo establecer con argumentos que se trataba de un cura castrense leridano llamado Alberto Pallás, con quien tuvo como «colaborador fisiológico» tres «encuentros carnales» (siempre según Aurora) hasta que estando segura del embarazo se trasladó a Madrid para darle a su hija la vida que ella le tenía preparada.
El experimento inicialmente cumplió las expectativas de Aurora, e Hildegart se convirtió en una personalidad internacional, hasta que la libertad en la que fue educada la llevaría a un profundo compromiso político y a intentar separarse de su madre, quien, inspirada por la locura (una supuesta conspiración para arruinar su «escultura de carne») y el miedo a perder a su hija, acabó matándola de 4 tiros mientras dormía. Nunca se arrepintió de su asesinato y repetía que volvería a hacerlo. Fue condenada a 26 años de cárcel, que cumplió en su mayor parte en el centro psiquiátrico de Ciempozuelos. Hasta que se dio con su historial médico en 1977, se tenía la creencia de que había desaparecido durante la guerra, pero realmente murió de cáncer en el centro psiquiátrico el 28 de diciembre de 1955. Fue enterrada en una fosa común.»
Gracias a Susana