Los feminicidios en Brasil alcanzan cifras comparables con una guerra civil. En los últimos 10 años fueron asesinadas 40.000 mujeres en este país “simplemente por ser mujeres”, según denuncian activistas que abanderan la lucha contra la violencia de género. Solo en 2010 hubo un feminicidio cada una hora, 57 minutos y 43 segundos, lo que se tradujo en que ese año se cometieran 4,5 homicidios por cada 100.000 mujeres. Mientras tanto, la cultura brasileña es famosa por su sexualidad, por sus bikinis y nos regala cada año con el mejor culo del país. La cirugía estética es una de las grandes industrias colocando al país en la segunda posición mundial en 2010 (International Society of Aesthetic Plastic Surgery) en número de intervenciones (1,447,213) lo que representa el 9,8% de todas las efectuadas en el mundo.

Por otro lado, dado que el acoso sexual persiste en la cultura machista de Brasil, el metro de Río, espejo de modernidad, desde 2006 ofrece vagones sólo para mujeres identificables por su color exterior rosa.

Pero un logro de ellas mismas, y no de las políticas estatales, es el control de la natalidad. O quizás no. Según los profesores Eliana La Ferrara, Alberto Chong y Suzanne Duryea -de la Universidad Bocconi y del Banco Interamericano de Desarrollo- encontraron una relación entre la fertilidad y las telenovelas en Brasil, pero con la particularidad de que éstas son ese contenido que parece inducir a las familias a modernizarse.