Desde hace unos cuatro años, varias personas se reúnen cada tres meses en las instalaciones de la ICANN en Estados Unidos para llevar a cabo una ceremonia realmente curiosa. Hasta ahora esto había pasado por debajo del radar, pero James Ball, periodista de The Guardian, pudo estar en una de esas ceremonias contando todo desde dentro.
La ceremonia es una versión más elaborada, compleja y segura de lo que hacemos con menor frecuencia de la que deberíamos: cambiar nuestras contraseñas. Esas siete llaves controlan la seguridad del sistema DNSSEC, uno de los puntos troncales para la seguridad en Internet – aunque no está todavía extendido por toda la red -.
Tras pasar varios controles de seguridad, incluyendo un reconocimiento de retina que no acaba de funcionar del todo bien, siete representantes con amplia experiencia en seguridad se reúnen con varios testigos y otros oficiales para dar comienzo a la ceremonia. Cada representante tiene una llave metálica que abre una caja fuerte. En esas cajas hay tarjetas inteligentes (smartcards) guardadas en cajas con indicadores de manipulación.
Fuente: genbeta